
La diversidad, lo femenino y la sexualidad
La cultura ha tenido presente en cada una de sus épocas la necesidad de definir o, en algunos casos, crear la monstruosidad en ámbitos físicos, morales y psicológicos como representación de lo desconocido, lo oculto, lo enigmático y principalmente lo aberrante, para propiciar la construcción de ordenanzas que derivan en un ideal común sobre lo que se debe considerar normal y que permiten asumir una identidad social.
Con este fin se ha clasificado categóricamente al ser humano empleando valores opuestos como bueno-malo, correcto-incorrecto, normal-anormal, sano-patológico, bello-horroroso, los cuales permiten identificar con aparente claridad lo que debe integrarse o excluirse de la sociedad donde lo heterogéneo y lo caótico no tiene cabida por la imposibilidad de ser normalizados.
Es así, como en las variaciones culturales e ideológicas de los pueblos se puede constatar la presencia perdurable de una multiplicidad de imágenes de lo monstruoso, de ahi que cada uno en su singularidad física, moral o psicológica, “se enfrente a las leyes de la normalidad” o el orden social.

Lo

Octubre
16 y 17
Biblioteca Pública y Parque Cultural Débora Arango.



